Circuito productivo desarrollado por INIA Carillanca, en conjunto con productores de La Araucanía y Los Ríos, permitió evaluar el potencial de la variedad triguera en condiciones de manejo agronómico real, obteniendo récords de rendimiento con 150,5 quintales por hectárea, en promedio.
La Araucanía, 02 de mayo de 2024.- Dentro de la misión del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), está el contribuir a la sostenibilidad del sector agroalimentario para avanzar hacia mayor seguridad y soberanía, creando valor y soluciones innovadoras para los agricultores y agricultoras. Tarea que el Programa de Mejoramiento Genético de Trigo (PMG) en INIA Carillanca ha potenciado con la creación e introducción de variedades mejoradas, y destinadas a la agricultura nacional y regional.
La historia indica que desde 1964 a la fecha se han generado 43 variedades de trigos (invernales, alternativos y primaverales), que han mejorado los índices productivos de este rubro, tan relevante para la economía chilena y la mesa de los consumidores.
Como una forma de evaluar el potencial de Monarka-INIA en condiciones comerciales, se estableció un circuito productivo que permitió entregar semilla para aproximadamente ocho hectáreas a cuatro agricultores del sur de Chile, con el objetivo final de evaluar los rendimientos en condiciones de manejo agronómico reales.
En el contexto de este circuito se estableció un convenio entre INIA y cada agricultor participante, con el fin de regular las exigencias que incluyeran el destino final de la producción, así como el control del pesaje y superficie por parte de un ministro de fe externo a ambas instancias. Como resultado de lo anterior, el rendimiento en Collipulli fue de 162,95 qqm/ha; en Freire 156,30 qqm/ha; en Radal 145,50 qqm/ha y en La Unión 136,48 qqm/ha. En términos generales, el promedio del circuito productivo superó los 150,5 quintales por hectárea, con una calidad de trigo intermedio a fuerte, eso sí, en una condición de buen manejo agronómico y con una primavera relativamente húmeda que en los períodos críticos permitió un buen llenado de grano. Solo en Collipulli se efectuaron riegos durante el desarrollo del trigo.
Christian Alfaro, subdirector nacional de I+D de INIA, señaló que “lo que hoy día observamos es una revolución en cuanto a potencial de rendimiento, producción sostenible y obtención de calidad panadera. Estamos hablando de poder producir un trigo fuerte. De las cuatro localidades, en Collipulli se logró obtener prácticamente 16 toneladas por hectárea, con un nivel de gluten del 30% y una extensibilidad de ese trigo que se va a convertir en harina y por extensión en pan de muy buena calidad. Por tanto, los resultados de este circuito para nosotros son notables, al saber que estamos cumpliendo los desafíos que nos hemos planteado en el sentido de dar continuidad a la contribución tecnológica de INIA y agregando el componente de sustentabilidad”.
Por su parte, el investigador y encargado del PMG de Trigo de INIA Carillanca, Claudio Jobet, expresó que “estos resultados nos tienen muy contentos. Avanzamos con un desafío que tomamos hace un par de años con Monarka-INIA, cuando fue liberada formalmente al mercado. La idea era obtener el mayor rendimiento con un manejo sin restricciones, con el fin de ver realmente su potencial a nivel comercial en superficies más grandes. Los rendimientos alcanzados no se han visto en Chile y el máximo rinde en Collipulli, con 163 quintales nos demuestra que se cumplió el objetivo y podemos estar compitiendo a nivel mundial con países desarrollados”.
Aparte del potencial productivo de esta variedad, destaca además por sus características industriales para la molinería, y panadería. “Monarka INIA es un trigo panadero, y dentro de sus atributos para la industria, destaca que tiene un buen nivel de proteína, adecuadas características visco elásticas de la masa y sobre todo produce un tipo de harina muy blanco y claro, lo que es muy interesante para la industria molinera porque no hay necesidad de estar incorporando blanqueadores u otras sustancias”, puntualizó el creador de la variedad INIA.
Acortar los tiempos
A raíz de los excelentes resultados de estas evaluaciones reales con productores, INIA espera extender este procedimiento a otras variedades de cultivos, y que sea esta una “conducta permanente”. “Es decir, tenemos y estamos mandatados a acortar las brechas de acercar la tecnología a los usuarios finales, y qué mejor que sean ellos quienes evalúen y digan: si la tecnología les sirve y les gusta, considerando que la probarán en sus condiciones reales. Este modelo debiéramos replicarlo en otras especies pues INIA, además de su programa de fitomejoramiento de trigo, cuenta con otros de granos, tubérculos y alimentos que, finalmente, van a la mesa de los chilenos. Por lo tanto, necesitamos esta validación con los productores, para tener una mejor efectividad y tasa de adopción de nuestros materiales, por un lado, pero sobre todo asegurar el alimento en la mesa de los ciudadanos, que es lo que el modelo permite fortalecer”, sentenció el subdirector nacional de I+D de INIA.
Christopher Jequier Nickelsen (Collipulli), de la Agrícola La Selva de Collipulli, fue uno de los cuatro productores que participaron en las evaluaciones, junto a Elena Fitzner (Freire), José Quintas (Radal) y Patricio Avilés (La Unión). Se mostró orgulloso de los rendimientos alcanzados, pues Monarka-INIA significó para ellos un salto productivo importante (162,95 qqm/ha). “El trabajo con INIA fue muy valioso, pues logramos derribar ciertos mitos y paradigmas respecto a cuáles son los topes de rendimiento. Esta alianza nos exige seguir avanzando y sobre todo valorando la genética, que es la base de todo. Seguir los requerimientos para lograr los objetivos y sobre todo reconocer que podemos mejorar el rendimiento promedio del país con conocimiento y capacitación, tanto agricultores grandes como medianos”, puntualizó.
Cabe señalar que el mayor rendimiento a nivel mundial se encuentra en Reino Unido con un trigo forrajero, que alcanzó 18t/ha, superando a Nueva Zelanda con 17,40t/ha. Monarka –INIA se acerca a su récord mundial, desde la Región de La Araucanía. ¿Podremos superar esa medida?
Características de Monarka-INIA
El trigo Monarka-INIA es de tipo invernal, y fue lanzado por PMG de INIA Carillanca en 2022. Es un trigo de buen peso hectolitro (sobre 82,5 kg Hl-1) y grano de textura dura. Presenta un porcentaje de proteína superior al 9 %, una cifra de sedimentación sobre 38 ml, y contenido de gluten húmedo de 26 %, ubicándose en la categoría de trigo intermedio (NCh 1237-2000). Sus características farinográficas son aceptables, con un volumen de pan sobre 630 cc, miga de buen color y adecuada textura (según resultados entregados por el Laboratorio de Calidad de Trigo, INIA Carillanca).
Sus características promedio alveográficas (parámetros reológicos) son buenas, con un valor de trabajo W de 222,5, adecuada resistencia al estiramiento (120,2), una extensibilidad de la masa (L) igual a 49, valores muy superiores a los observados para otras variedades de INIA, como Rocky INIA y Kirón INIA. Otra característica sobresaliente de esta variedad es el color de su harina, muy blanca, y por lo tanto, más aceptada por la industria molinera.