Gracias al apoyo tĆ©cnico del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), los usuarios del recinto aprenden y aplican prĆ”cticas agroecológicas para fomentar una alimentación saludable e inocua en la comunidad. Es percibido por ellos como una ānueva oportunidadā.
CaƱete, 26 de julio de 2024.- En la labor de los albergues destaca de sobremanera el compromiso de las funcionarias y voluntarias, quienes diariamente entregan comida, alojamiento, contención y apoyo psicosocial a quien lo necesita. En el caso del recinto municipal de CaƱete, son 19 los beneficiarios y en su mayorĆa adultos entre los 40 y 87 aƱos. AquĆ desde 2023 funciona una huerta urbana que es mantenida por los usuarios, quienes han aprendido prĆ”cticas agroecológicas para fomentar una alimentación saludable e inocua para la comunidad siendo, ademĆ”s, una nueva oportunidad de reinserción social para ellos.
La coordinadora del albergue municipal, Joselyn Góngora, explicó que durante la pandemia comenzaron a sembrar algunos productos y a construir lombriceras. Luego, al ir retomando la normalidad y con el apoyo de la Oficina TĆ©cnica INIA CaƱete del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), han podido mejorar el trabajo agrĆcola y establecer una huerta urbana autogestionada.
āEllos (INIA) nos enseƱan y, a su vez, los usuarios a ellos. Es positivo, ya que es una forma de visibilizar a las personas en situación de calle, ya que la mayorĆa de los usuarios fueron agricultores o tienen algĆŗn conocimiento; hoy nos sentimos parte de este proceso y podemos dar una opiniónā, expresó la coordinadora.
El antropólogo sociocultural y profesional de INIA, HĆ©ctor Manosalva, detalló que āel huerto urbano ha sido implementado desde la perspectiva del codiseƱo y del diĆ”logo de saberes, involucrando a la comunidad de personas del albergue, integrando a los usuarios, acompaƱƔndolos en un proceso que les permite estar en contacto con la naturaleza; que contribuye a su empoderamiento; que sean protagonistas de los cambios y los lleven a tener alimentos frescos a mano, fortaleciendo su soberanĆa, seguridad alimentaria y nutricionalā.
El aspecto social es un fundamento clave en el proyecto. RaĆŗl Carrillo, que lleva cinco aƱos en el albergue, destacó el conocimiento agroecológico entregado por INIA. āEl no utilizar quĆmicos es lo mĆ”s importante; el hecho que directamente se cultive y vaya a la cocina es sustentable para la economĆa y acĆ” ayuda mucho. Es importante y laboriosoĀ para nosotros como albergue que tengamos la facultad de comer sano y cultivar nuestros propios productos. Eso se agradeceā, sostuvo.
Para Francisco Rivas, otro usuario del albergue, esta experiencia ha sido una ānueva oportunidadā, ya que ātendremos algo nuevo en quĆ© ocuparnos y, a su vez, sentirnos Ćŗtiles hacia la comunidad. AcĆ” hay varios que podemos aportar en diferentes Ć”reas, no solo cultivos, sino tambiĆ©n en gasfiterĆa, maderas, cosas que tambiĆ©n podemos enseƱar y aplicar. Para nosotros es un regalo, porque vamos a poder sentirnos Ćŗtiles para la sociedadā.
Inicios de la huerta
El trabajo colaborativo entre el albergue municipal de CaƱete y la Oficina TĆ©cnica INIA CaƱete, surgió en 2023 con el acercamiento del encargado de la oficina, Mario Saavedra, quien ofreció al albergue recibir la donación de hortalizas producidas en la unidad de validación, instalada en el Liceo Bicentenario TĆ©cnico Profesional Alonso de Ercilla y Zúñiga, gracias al proyecto FNDR āTransferencia Tecnológica y Extensión Agropecuaria para Productores de la Provincia de Araucoā, financiado por el Gobierno Regional de BiobĆo.
El albergue comenzó a recibir los aportes de forma quincenal y mensual, hasta que surgió la inquietud de contar con una huerta urbana propia. Hoy cultivan lechugas y cilantro, entre otros, y esperan en el corto plazo sembrar acelgas, habas, perejil y coles. También ya cuentan con una lombricompostera para el manejo de los residuos de cocina, indicó el profesional agrónomo de INIA y encargado del terreno, Jairo Carvajal.