Santiago, agosto de 2024.- Diversos aportes al sector agroalimentario nacional e internacional han desarrollado los profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), durante sus 60 años de existencia.
Uno de ellos se relaciona con la caracterización genética de la cepa Carmenère que realizó el equipo del Laboratorio de Biotecnología de INIA La Platina liderado por el Dr. Patricio Hinrichsen, trabajo que fue publicado en 2001. (ver video aquí)
¿Pero qué ha significado este hito para la industria vitivinícola? La respuesta la entregó la directora nacional de INIA Chile, Iris Lobos, quien explicó que hace 33 años se pensaba que la producción de vino chileno era mayoritariamente basada en las cepas Cabernet y Merlot, pero tras la visita a Chile del ampelógrafo francés Claude Vallat, este escenario cambió, porque indicó que habría otra cepa mezclada con Merlot; sin embargo, él no logró identificar cuál cepa era.
Con posterioridad, un discípulo de Vallat, Jean-Michel Boursiquot, reconoció dicha cepa como Carmenère. No pasó mucho tiempo hasta que -en el marco de un proyecto FONDECYT destinado a implementar plataformas de identificación genética de vides, el investigador de INIA La Platina, especialista en Biotecnología, Dr. Hinrichsen, junto a un equipo de profesionales chilenos y extranjeros líderes en el tema en ese momento (Jean-Michel Boursiquot, de INRA-Montpellier, y Carole Meredith, de UC Davis) confirmaron la identificación ampelográfica de Carmenère con métodos moleculares.
Este descubrimiento fue noticia a nivel mundial, sobre todo en Francia, donde la cepa Carmenère se creía extinta hace un siglo, debido a una plaga de insectos que afecta a las vides (filoxera). ¿Pero cómo se salvó? Según cuenta la historia, dijo el investigador de INIA La Platina, unas pocas plantas habrían llegado a Chile traídas por técnicos en viticultura y enología, los años 1850 y decenios siguientes, quienes las establecieron junto a Merlot y Cabernet Sauvignon, entre otras (como por ejemplo Cabernet franc), y de ahí la confusión de cepas y vinos. Cabe destacar que Cabernet franc fue identificada en años recientes como progenitora de las tres cepas mencionadas, Cabernet Sauvignon, Merlot y Carmenère.
Junto con este “descubrimiento genético”, Chile consolidó su exitosa carrera de producción de vino de exportación y el Carmenère se convirtió en un vino de renombre mundial, ganando premios en varios continentes, subrayó el director de INIA La Platina, Dr. Bruno Defilippi.
Cabe indicar que los profesionales chilenos trabajaron el tema desde la perspectiva genética con métodos moleculares, reconfirmando científicamente este descubrimiento. De esta manera, contribuyeron en el proceso de “reconversión” de los varios miles de hectáreas que ya había en Chile y que se pensaba era puramente Merlot. Ese descubrimiento, junto al de otra serie de variedades de vinificación europeas, así como de numerosas cepas criollas, fueron publicadas en revistas científicas especializadas, ampliamente reconocidas en el mundo, señaló la subdirectora de I+D+i de INIA La Platina. Dra. Cristina Vergara.
Hito
Parte de los protagonistas de esta interesante historia se reunieron en una actividad realizada en dependencias de INIA La Platina, donde presentaron más antecedentes de este aporte para la industria vitivinícola.
Uno de los invitados especiales fue el Dr. Philippo Pszczólkowski, destacado Ingeniero Agrónomo chileno, quien fue presidente de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile entre los años 1990 y 1996, donde propuso e impulsó la idea de posicionar a la variedad Carmenère como emblemática para Chile.
Él, junto al Dr. Patricio Hinrichsen, compartieron una charla magistral titulada “Genética en el viñedo: Carmenère, la cepa emblemática chilena de origen francés”. Entre los asistentes estuvieron representantes del mundo del vino, investigadores, académicos y autoridades, así como integrantes de la comunidad en general de INIA.
Laboratorio de Biotecnología INIA La Platina
Este ofrece el servicio de identificación genética de variedades frutales y de algunas especies hortícolas, una actividad permanente que sirve a fitomejoradores, viveros, productores, exportadoras, comercializadores, tribunales y al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entre otros.
En este contexto, el SAG promovió el nombramiento del Laboratorio de Biotecnología por decreto ministerial (Diario Oficial, septiembre 2023) para su Programa Nacional de Certificación Genética.
Otros logros en esta misma área de INIA La Platina han sido la determinación del origen de las cepas criollas y otras que han permanecido anónimas en viñedos patrimoniales, la capacidad de diferenciar clones de cepas de Cabernet Sauvignon, la cepa más importante en Chile, la primera secuenciación de genoma completo de uva de mesa del mundo (Sultanina), el desarrollo del marcador de selección de apirenia (también de uso mundial), entre otros.