En INIA Carillanca, Región de La Araucanía, se está desarrollando un estudio que busca determinar cómo distintas estrategias de manejo hídrico pueden optimizar la producción de lechuga, bajo las condiciones edafotopoclimáticas locales. La iniciativa integra las capacidades y conocimientos de los equipos de Ciencias del Riego, liderado por el Dr. Rafael López-Olivari y el de Horticultura, a cargo del Dr. Francisco Beluzán, con el propósito de generar soluciones técnicas que beneficien tanto a los agricultores como a los consumidores.
La investigación se centra en la variedad de lechuga Isabella, una de las más demandadas en el mercado de hortalizas frescas, por su calidad y valor comercial. En el ensayo se están evaluando cuatro niveles de agua de riego: T1 de riego completo (100% de reposición), T2 un 75% de T1, T3 un 50% de T1 y T4 es el sobre regado (150%). Dichas estrategias permitirán analizar el impacto del manejo del agua en parámetros productivos como el peso fresco, la firmeza y la calidad comercial del producto cosechado. Además, la incidencia de enfermedades se evaluará relacionadas con un manejo hídrico inadecuado, como la pudrición blanda y la gris. “La importancia de esta investigación radica en la creciente presión sobre los recursos hídricos, especialmente, en un contexto de cambio climático que afecta tanto la disponibilidad como la frecuencia de las precipitaciones. El manejo adecuado del agua no sólo mejora el rendimiento del cultivo, sino que también, contribuye a minimizar el impacto ambiental y garantizar la calidad del producto final”, dijo el Dr. Beluzán.
Las características edafotopoclimáticas de la región, que incluyen suelos de alta heterogeneidad y un clima transicional, hacen de La Araucanía un escenario ideal para este tipo de estudios. “Los resultados esperados contribuirán a establecer recomendaciones específicas para el manejo hídrico de lechuga en la zona, ajustadas a las necesidades de los agricultores locales. Además, las estrategias de manejo productivo generadas en este ensayo se espera que puedan ser replicadas en otras regiones con condiciones similares, potenciando su impacto a nivel nacional”, puntualiza López-Olivari.
Uno de los aspectos más destacados de esta investigación es la colaboración entre los equipos de Ciencias del Riego y Horticultura de INIA Carillanca. Tal sinergia permite abordar el problema desde múltiples perspectivas, combinando conocimientos sobre fisiología del cultivo, fitopatología, dinámica hídrica del suelo y tecnologías de riego. Además, el proyecto cuenta con el apoyo de equipamiento especializado, que incluye sensores de humedad y almacenadores de información para un monitoreo preciso de las condiciones de campo. “Este trabajo se enmarca en el compromiso de INIA Carillanca con la investigación aplicada al desarrollo de sistemas agrícolas más sustentables y eficientes. Los resultados preliminares de este ensayo podrían generar un impacto significativo en la productividad hortícola, mejorando la rentabilidad de los pequeños y medianos agricultores de la región”, dijo finalmente Beluzán.