Gracias al apoyo de la Municipalidad de Laguna Blanca, el equipo de INIA Kampenaike, encabezado por el botánico Erwin Domínguez, ha llevado adelante un trabajo que permitió redescubrir Tristagma ameghinoi, una joya oculta de la flora patagónica.
En el corazón de la Patagonia, esta planta nativa, pequeña y discreta, representa la riqueza oculta en nuestras tierras magallánicas. A primera vista, podría pasar desapercibida con sus flores de tono verde oliváceo que se mezclan con el paisaje entre los coirones de la estepa. Sin embargo, su reaparición después de más de medio siglo nos recuerda que la naturaleza tiene sorpresas escondidas, esperando ser encontradas por personas comunes, curiosas y comprometidas con el cuidado de nuestro entorno.
Tristagma ameghinoi, de la familia Amaryllidaceae, tiene hojas largas y estrechas de color verde grisáceo, tépalos alargados y un bulbo blanco de tamaño pequeño. Estos detalles, que podrían parecer insignificantes, son en realidad una muestra del tesoro que guarda la Patagonia en su biodiversidad. Su redescubrimiento en la comuna de Laguna Blanca, en el puesto La Península de la Estancia Aurelia del Carmen, es el segundo registro en la Región de Magallanes desde 1973.
“Este hallazgo es parte de un estudio exhaustivo sobre cómo los cambios en el ambiente afectan a nuestras plantas y animales. La sequía en la Laguna Blanca entre 2021 y 2022 dejó sedimentos salinos en la región, arrastrados por el viento, que han impactado la vegetación local. Este fenómeno, que puede parecer lejano, nos afecta a todos y nos recuerda la importancia de cuidar nuestra tierra”, sostuvo Erwin Domínguez.
La importancia de este registro se suma a los esfuerzos de conservación en colaboración con el Herbario de la Universidad de Concepción, que preserva un ejemplar recolectado en 1973 en Cerro Toro (Sector La Esperanza). Preservar y estudiar especies nativas como Tristagma ameghinoi resulta esencial para comprender la biodiversidad de la Patagonia y proteger su valioso patrimonio natural.